Nuestra historia comienza en el año 1960 cuando el abuelo, Joan Guasch, compró con sus ahorros unos cuchillos y una "carnera" (antigua cámara frigorífica) y a la sombra de una higuera, en el mismo barrio de Can Bellotera, empezó a vender carne de cerdo y cordero. Al cabo de un tiempo, una tienda de ultramarinos le habilitó un espacio para que desde allí despachara a su clientela.

El abuelo Joan, se llevó la alegría de su vida, cuando su hijo Toni, se ofreció para echarle una mano en el negocio. A Toni se le unió Catalina, su mujer, y fue entonces, hace 30 años, cuando adquirieron el local actual.  A día de hoy, continúa siendo un negocio familiar, que ahora cuenta con el trabajo de la 3ª generación Ros.